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¡Frío no te tenemos miedo!

Las bajas temperaturas y el viento frío afectan a la piel de manera notoria, nuestra piel sufre más que el resto del año y una de las principales consecuencias es la deshidratación.

Es debido a eso que la aplicación diaria de nuestra hidratante es fundamental, y, si es posible, es recomendable hacerlo dos veces al día.

¡No se salteen este paso en su rutina! Y si estaban dudando en utilizar o no crema hidratante nocturna, ¡NO LO HAGAN! Verán los resultados.

Los que tienen piel mixta, van a notar esa sensación de tirantez en mejillas y frente. ¡Los que tengan piel seca, aun peor! Y las pieles grasas… no crean que están exentas de estos cuidados, la respuesta sigue siendo la misma: doble hidratación.

Ahora bien, ¿Cuál es el motivo por el cual nos afecta más el invierno?

El frío congestiona la piel. ¿Cómo? La microcirculación sanguínea se resiente porque con el frío las venitas se contraen. A más vasoconstricción y menor circulación de nutrientes y oxígeno, la piel se reseca y deshidrata. Algo así como un menor flujo de alimentación interna: la piel pierde fuerza y grosor.

¿Qué proponemos para combatir el frio y la piel deshidratada?

Un gran aliado: Neutrogena Hydro Boost water gel. Una plataforma poderosa en renovación de la piel, de textura tipo gel al tacto y ultraliviana, para una piel más linda días tras día. Renueva y reestablece los niveles de agua de la piel. Con ácido hialurónico, glicerina y extracto de oliva como ingredientes principales, estimula la renovación de la piel ofreciendo una hidratación de 48 horas.

La glicerina atrae agua para la piel proporcionando hidratación. Retiene y aumenta el contenido de agua en la epidermis, reestablece y restaura la función de la barrera de la piel a través de hidratación, Derivado de oliva, que ayuda a reconstruir la barrera natural de la piel y bloquea la humedad y el ácido hialurónico atrae el agua y renueva sus niveles naturales, liberando agua a medida que la piel lo necesita.

Para concluir, es muy importante resaltar que los cuidados de la piel deben mantenerse a lo largo del tiempo, recurriendo a la repetición de hábitos hasta crear una rutina. A la limpieza e hidratación, es importante sumarle protección de los rayos UV y la contaminación.